jueves, 29 de septiembre de 2011

Dust in the wind


Somos solo arena en el viento, "todo lo que somos es polvo en el viento", así dice una muy conocida canción, en lo particular me gusta mucho esa canción, y es que dice la verdad: al final todos somos solo polvo en el vieno, suena deprimente pero no tiene que serlo, es solo la verdad, los humanos somos como las rosas -en muchos aspectos-, nacemos, alcanzamos la juventud, que es el climax de nuestra vida, cuando florecemos -por gay que suene-, luego pasa el tiempo, llega la adultez dando a nuestros petalos un toque más maduro, pero aún seguimos en nuestro climax, pasa el tiempo y poco a poco empezamos a decaer -como la rosas-, nuestros petalos empiezan a quemarse con el paso de tantos soles, nos salen manchas negras en ellos, adquirimos un aspecto más seco, como a punto de morir y luego empezamos a marchitarnos hasta que solo quedan cenizas de nuestros días de gloria, belleza y juventud, solo quedan las memorias y el inolvidable recuerdo del aroma que alguna vez despediamos. Pero eso a mi no me parece tan malo, supongo que es así como deben ser las cosas, somos como rosas: nacemos, florecemos y nos volvemos cenizas; destellos de luz que sucende en el momento menos esperado.

Cuando llega la música

"Cuando la música llega, los problemas se van".
Cuando la música llega, solo encuentras paz.
Cuando la música llega, oyes a tu alma cntar.
Cuando la música llega, no importa nada más.
La música es así, ''fiel y sincera de por vida'', y no importa quién seas o qué hayas hecho, la música estara ahí.